Barcelona, Noviembre 2010 |
Ella nunca dormía.
Reinventaba las noches de humo y café.
Era mujer de aire y jugaba
a atrapar estrellas,
a colgarlas de los tejados,
a colgarlas de los tejados,
iluminando cada ilusión.
En la oscuridad viajaba
a tierras sin mares
sembrando las arenas
de todos los desiertos,
haciendo florecer las dunas.
haciendo florecer las dunas.
Nunca supe del amanecer
ni cómo rompía la noche
hasta descubrir que era
la niña-mujer de aire
la que preñaba el alba
de música azul.
Ahora sé que es ella,
la que nunca duerme,
la que llena de fuego el sol.
La creadora
de todas las auroras.
Para Mayde, mi hermana.
Para Mayde, mi hermana.