Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

miércoles, 29 de diciembre de 2010

HISTORIAS DE OTRA ORILLA




Reías lleno de brotes,
rebosando primavera los bolsillos
y los ojos voladores
con el color de todas las olas.

Ese mar que traía historias
de otra orilla,
la de las palabras-granizo,
donde la poesía muere
antes de nacer.

No dejes que ese muro de hielo
separe las yemas de tus dedos
de mi mano abierta
al otro lado del tiempo.

sábado, 18 de diciembre de 2010

FALLASTE ENTERO

No fallaste en el amor
- si hubo amor -
Ahí cabía lo posible.
Incluso 
             lo arriesgado.

Fallaste entero
hombreamigo
cuando extendí la mano y hallé
sólo piedras.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

YO SOY

No.
No soy la mujer que mantiene
tu casa limpia,
ni la que te acompaña a comprar.
Ni siquiera soy
la que se enreda en tu cama.

Yo soy la mujer
que enciende cada uno de tus renglones.
La que te ayuda en las mudanzas.
Con la que hablas sentado al borde
de un horizonte roto.
La que abre la tierra
y siembra de versos las lindes
para que broten poemas
       a tus pies.

La que ni fui ni seré.
La del hoy.

Y me quedo ahí,
escondida entre tus dedos,
en las caricias que existen
más allá de la piel.

Porque eres en mí
     y, en ti,

         yo soy.


lunes, 13 de diciembre de 2010

DE VUELTA!!!

Os traigo una imagen de la pre-Navidad en Lyon, con el frío inmenso (lo siento...yo no sé vivir por debajo de los 18º) y un vídeo de la fiesta de La Luz. 





viernes, 10 de diciembre de 2010

EN LYON

Estoy en Lyon, al fin. He venido a pasar unos días con mis hijas.
Se celebra la fiesta de La Luz. Intentaré hacer fotos y recargar inspiración.

Perdonad la ausencia, pero voy a disfrutar de ellas.
He traído todo el cargamento de mandarinas y de besos.

Besos para vosotros también, amigos queridos.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

ANTIPOEMA DE NAVIDAD



Te inventaste hombre desde ese niño,
desde el umbral de lo que fuiste.
Y te soñaste inmenso.
Pero dejaron de brillar las estrellas
en el árbol de Navidad.
Sólo te quedó la prisa,
las cenas de empresa
y un regalo mal envuelto
de última hora.

Ya no miras cómo avanzan 
los reyes de plástico
camino a Belén.

                        - También es cierto que ese camino
                        ya no es lo que era
                        y que los niños piden en sus cartas
                        unas piernas nuevas -

El abrazo fraterno se ha perdido en el río
y volvían a beber.
Eso sí que perdura.
La sed.
           





martes, 7 de diciembre de 2010

LYON ESTÁ TAN LEJOS


Esa habitación vacía es testigo 
de que la vida pasa,
de que no estás
ni vuelves.
O sí.

A veces vuelves, a ratos.
Y traes el viento frío del norte
y la luz de tu mirada alumbra menos.

Tengo mandarinas en la cocina
y todos los besos en mi horno.

Prometo regalarte la primavera.

viernes, 3 de diciembre de 2010

DE LA MALA MEMORIA





No puedo enfrentarme al olvido
sin meterme un pañuelo en los ojos
o un puño en la garganta.
Las lágrimas no sanan las heridas.

He escuchado decir a los cercanos
que ya pasó todo.
Pero no pasan las cicatrices si se queda
por dentro el pus.

Aún no hay cura para el Alzheimer
                                                        en la Historia.


martes, 30 de noviembre de 2010

ELLA NUNCA DORMÍA

Barcelona, Noviembre 2010



Ella nunca dormía.
Reinventaba las noches de humo y café.
Era mujer de aire y jugaba
a atrapar estrellas, 
a colgarlas de los tejados,
iluminando cada ilusión.

En la oscuridad viajaba 
a tierras sin mares
sembrando las arenas 
de todos los desiertos,
haciendo florecer las dunas.

Nunca supe del amanecer
ni cómo rompía la noche
hasta descubrir que era 
la niña-mujer de aire
la que preñaba el alba 
de música azul.

Ahora sé que es ella,
la que nunca duerme,
la que llena de fuego el sol.
La creadora 
                    de todas las auroras.


Para Mayde, mi hermana.

lunes, 29 de noviembre de 2010

miércoles, 24 de noviembre de 2010

SIN INTERNET

Sólo tengo unos minutos. Justamente hoy estoy sin internet. No era un cierre por inventario tan literal ...jajajjaja...pero hay duendes que se lo han creído.
Voy a resolver el problema informático y contestaré a todos como es debido:
CON CARIÑO ENORME!!!

GRACIAS A TODOS!!!

lunes, 22 de noviembre de 2010

CIERRE POR INVENTARIO


El próximo miércoles cumpliré cincuenta y un años. 
Quiero celebrar con vosotros esta fecha y voy a intentar hacerlo, para variar, con mis poemas.
Este va para todos vosotros, que ya sois mis amigos además de compañeros en poesía.
GRACIAS  POR TANTO!


A Pedro, Jose Alberto, Laura, Mayde, Leo, Paco, Jose Mª, Jose B., Marcelo, Nando, Anna, Ernesto, Diego, Eloy, Felipe, Luisa, Terly, Soco, Luis, Manel, Ángel, Marisa, Jorge, María, Caty, Anabel, Taty, Begoña,…

A todos cuantos este año habéis hecho que yo crezca.




CIERRE POR INVENTARIO


Es día de inventario.
De recuento de almacén.

El año no ha terminado mal.
En pérdidas anoto
un par de amantes,
tres amigos
                  - de los de cuenta conmigo por siempre -
y una rata muerta en un rincón.

En ganancias, en cambio,
creo que ha ido bien.

He conseguido invertir
en mercados extranjeros
donde el azúcar de caña al alza
ha logrado endulzar muchas tazas
de café torrefacto y hiel.
En la producción nacional
de afectos y de entrañas,
las expectativas han sido
ampliamente superadas.

A día de hoy, lo confieso,
me he enriquecido a lo grande
y ahora tengo en mi haber
una importante colección
de obras de arte
-podéis ver al margen la exposición
de mis mejores adquisiciones.
La entrada es libre-

Incluso he conseguido un arcón
con lingotes de oro y piedras preciosas.
Pero, ese,
-me vais a permitir-
es secreto de familia y duerme
dentro de mi corazón.


HAIKU DE MÚSICA





Lluvia de otoño. 
Sinfonía de notas. 
Dulce el silencio.


domingo, 21 de noviembre de 2010

viernes, 19 de noviembre de 2010

PIRATAS DE MARES ROJOS





Siempre me gustó el lado equivocado
de los bucaneros,
en las películas de mi niñez.

Hoy los piratas buscan otras islas
que esconden los tesoros en cofres grises
sin mapa ni callejero.

Y el parche lo tiene el tuerto
                                               acomodado
que observa desde la orilla
intentando no pringarse de alquitrán.

Arrastrando un cochecito de niño
- vacío de infancia y de sueños -
navegan por el mar de las sonrisas naufragadas.

Los contenedores de residuos orgánicos
no están repletos de piedras preciosas.

Y las calles se transforman en mares rojos
cuando hay que luchar por sobrevivir.


lunes, 15 de noviembre de 2010

HUBO UN TIEMPO EN QUE MI MADRE


Madre e hijo  -  Gustav Klimt


Hubo un tiempo en que mi madre
era oso, pino, pradera.

Era chocolate los domingos
y camisetas de felpa.
A veces, ceño fruncido.
A veces, sonrisa abierta.

Ahora es hormiga, piña, maceta.

Y voy con cuidado de no pisarla
-se ha vuelto tan pequeña-
y de regar su tierra a menudo
para que no se quede seca.

jueves, 11 de noviembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

PIÉLAGOMARETERNO


Mar de Alaska  -  Fotografía: Amelia Díaz


Han caído las estrellas al fondo del mar.

Piélago
azul

m  e     a  b  r  o

E    T    E    R    N    O


Refugio de los náufragos de bandera negra
o sin patria.


Hay un cofre escondido en los corales.



jueves, 4 de noviembre de 2010

OVILLEJOS

José Zúñiga los propuso y aquí queda el mío. No dudéis en pasar por su blog y ver las respuestas que ha tenido. Vale la pena, sin duda.



Ovillejo: combinación métrica que consta de tres versos octosílabos, seguidos cada uno de ellos de un pie quebrado que con él forma consonancia, y de una redondilla cuyo último verso se compone de los tres pies quebrados. Como puede verse, se trata de una estrofa de 10 versos de arte menor, dividida en tres pareados y una redondilla. Los pareados se componen de octosílabos y trisílabos. Y luego se le añade la redondilla que es toda de ocho sílabas. En el décimo verso tienen que quedar condensados los tres versos del pie quebrado de los pareados. No tienen por qué tener los ovillejos interrogantes. Hay muchos que no los tienen. Aunque la mayoría se hace con interrogantes, tal vez por la facilidad de dar una respuesta.



¿Qué necesita ese niño?
Cariño.

¿Qué está pasando en la tierra?
La guerra.

¿Cambiaremos de universos?
Con versos.
 
En estos tiempos adversos
habrá que usar la palabra
transformando, abracadabra,
guerra con cariño y versos. 



 

sábado, 30 de octubre de 2010

HOMENAJE A MIGUEL HERNÁNDEZ: DOS POEMAS

Inmortal Miguel Hernández


   ELEGÍA

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano. 
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas 
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento. 
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado. 
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida. 
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos. 
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo. 
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada. 
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta. 
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes. 
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte. 
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera 
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


10 de enero de 1936


 
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 DE ELEGÍAS Y PRIMAVERAS


Ayer me sorprendió la tarde,
primavera de luz y de trinos,
con recuerdos de grises oscuros.
Y yo… no estaba contigo.

Volvió a mi mente un recuerdo,
- era una tarde de frío -
recitando su “Elegía”.
Tampoco estabas conmigo.

Lloramos juntos y ausentes,
tú en tu mundo, yo en el mío,
por el vate de Orihuela
que murieron los malditos.

Insultamos al absurdo
acabar de los vencidos,
ensortijando la ira
entre ramajes de olivos.

Sigue rimando la noche
- es primavera, amor mío-
con sus versos inmortales.
Y tú… tú ya estás conmigo.


30 de marzo de 2010
Amelia Díaz

martes, 26 de octubre de 2010

MI PADRE




A veces, temo que se me desdibuje su cara, que se pierda en mi memoria el sonido de su voz, que olvide su olor…
Por eso, de vez en cuando, pongo vídeos antiguos.
Por eso entro en su baño para oler su colonia y abrazo la camisa que mi madre conserva sin guardar en el armario, colgada del galán de noche, como si aún esperase a su dueño.

Hoy hace cinco años de la última charla con mi padre.
Los últimos días hasta que murió, el veintiocho de octubre de 2005, son una nebulosa en mis recuerdos. Se resisten a olvidarse pero no se quedan fijos lo suficiente como para poder recordar y retener cada detalle.

En abril de 2005, mi padre empezó a encontrarse mal.
La espalda le dolía terriblemente y casi arrastraba una pierna al caminar. El médico lo achacó a las dos hernias discales que tenía en la columna y le atiborró de antiinflamatorios y analgésicos. De vez en cuando le cambiaba el tratamiento y así siguió algunos meses, hasta que mi padre ya no pudo acudir al centro de salud y éramos mi madre, mi hermana y yo las que íbamos a por la medicación.
En junio, la desmejora de mi padre ya fue patente. Los nueve kilos perdidos, las ojeras, el andar doliente…de repente los setenta años tan bien llevados (qué presumido era, qué coqueto…) se convirtieron en veinte más. Pasó de aparentar sesenta a ochenta años en dos meses.

El veinte de junio ingresó de urgencia en el Hospital General.
Fueron unos días terribles.
Las miradas entre mi hermana y yo decían que ya sabíamos lo que los médicos nos dilataban.
Pruebas y más pruebas. Horribles y dolorosas.
Y siempre la duda, la incertidumbre…que era lo más penoso.
Suplicando información. Y siempre dándonos largas…
Y noches eternas escuchando los quejidos de los compañeros de habitación que pasaron por allí en cuarenta y cinco días agónicos. Noches de mal dormir en un sillón, vigilando a escondidas el subir y bajar del pecho de mi padre, con el corazón encogido por el temor de no verlo respirar.

Hasta que, a finales de julio, llegó el diagnóstico: cáncer de pulmón, con metástasis en huesos e hígado.
Terminal.

Nos trasladaron al Hospital Provincial, a la sección de oncología, y comenzó el principio del fin.
Aprendimos a cerrar el gotero cuando se terminaba. A distinguir el sonido de la máquina que controlaba el suministro de sueros y morfina.
A ponerle el oxígeno cuando la respiración se hacía fatigosa.
Aprendimos a vivir días extraños.

Días extraños, dejando de lado trabajo, casa, marido e hijas. Días de combinaciones imposibles intentando llegar a todo. De seguir intentando llegar a todo: mis niñas, mi madre… mi padre que se me iba.
Durmiendo a saltos cada rato que robaba a la vida, en cualquier sillón, en cualquier rincón, cuando el sueño, por fin, vencía a los pensamientos de impotencia.

Noches alternadas con mi hermana.
La noche que pasaba en mi casa, no dormía porque ansiaba estar al lado de mi padre. La que estaba en el hospital, no dormía porque apurábamos los últimos momentos que, sabíamos, se nos esfumaban.

Noches de manos entrelazadas, de viajes al pasado feliz  y al futuro incierto.
De confidencias.
De paseos al baño ayudando a ese cuerpo que ya no era el de mi padre a que pudiera hacer sus necesidades que él, pudoroso siempre, aguantaba hasta que yo llegaba a su lado, por no pedirlo a mi madre, a mi hermana, a las enfermeras…
De intentos de que cenase para seguir resistiendo.
De risas amargas con los recuerdos imposibles de eternizar.
De charlas metafísicas agarrándonos al sueño del reencuentro más allá de los cuerpos estropeados y caducos.

Recuerdo una en particular. Imposible olvidarla.
Un anuncio en la televisión, una pregunta trivial:
-  “si volvieses a nacer, ¿qué te gustaría ser?”
Unas miradas cruzadas, unos minutos de silencio. Y su respuesta:
-  “sin dudarlo: si volviera a nacer, me gustaría ser tu padre”.

El veintiséis de octubre de 2005, al entrar en su habitación, por la mañana (esa noche había dormido mi hermana en el hospital), se despertó y me dijo:
- “uy, nena… ¿ya estás aquí? Qué bien… ¿puedes arreglarme la almohada?”
Y se volvió a dormir. Fue lo último que oí de mi padre.
Por la tarde, los dolores fueron tan horribles que los médicos, después de hablar con mi madre, le aumentaron la sedación.

Esa noche era “mi” noche.
Durmió tranquilo… con mi mano agarrada a la suya.
Hubo algún apretón (o quiero creer que hubo algún apretón).
Todo el día siguiente estuvo en coma.
Todos alrededor.
Mi madre, mis dos hermanas (incluso la que no he nombrado), nuestros maridos, los nietos mayores y yo.
Mis niñas cogiendo sus manos, diciéndole lo mucho que le querían.
Llantos serenos y palabras suaves.

El veintiocho de octubre de 2005, a las 7 de la mañana, murió.

De él heredé el amor a la poesía, a la lectura, a escribir.

Este fue uno de sus poemas:

Suave, frágil y tierna
como un pajarillo alegre,
como una gacela buena,
como una flor que no muere.

Como el perfume que embriaga
y como la luz que se enciende,
así eres tú, mi chiquilla,
como un premio que se obtiene.

Porque, así, vida mía,
con tus bondades perennes
encuentro paz y alegría,
recibo lo que tú tienes:
un trozo grande de Dios,
un corazón lleno de bienes.

Gracias, mi amor, por ser
tan dulce como las mieles.
Gracias por ser mi hija.
Gracias por ser quien eres.