Ayer me sorprendió la tarde,
primavera de luz y de trinos,
con recuerdos de grises oscuros.
Y yo… no estaba contigo.
Volvió a mi mente un recuerdo,
- era una tarde de frío -
recitando su “Elegía”.
Tampoco estabas conmigo.
Lloramos juntos y ausentes,
tú en tu mundo, yo en el mío,
por el vate de Orihuela
que murieron los malditos.
Insultamos al absurdo
acabar de los vencidos,
ensortijando la ira
entre ramajes de olivos.
Sigue rimando la noche
- es primavera, amor mío-
con sus versos inmortales.
Y tú… tú ya estás conmigo.
primavera de luz y de trinos,
con recuerdos de grises oscuros.
Y yo… no estaba contigo.
Volvió a mi mente un recuerdo,
- era una tarde de frío -
recitando su “Elegía”.
Tampoco estabas conmigo.
Lloramos juntos y ausentes,
tú en tu mundo, yo en el mío,
por el vate de Orihuela
que murieron los malditos.
Insultamos al absurdo
acabar de los vencidos,
ensortijando la ira
entre ramajes de olivos.
Sigue rimando la noche
- es primavera, amor mío-
con sus versos inmortales.
Y tú… tú ya estás conmigo.