¿Escribiste para mí mientras dormía?
Sentí cómo llegaban tus versos,
colgados de la brisa salada,
a enredarse en mi cabello,
para quedarse dormidos
en la frontera de mi sueño.
Veía las nubes oscurecidas
bailando un tango lento
hasta , convertidas en una,
estallar en rayos y truenos.
Hasta derramar la lluvia
que refrescó nuestro encuentro.
Así, empapada de lunas,
de sal, de mar , de recuerdos…
desperté al sol naciente
para regalarte estos versos.