Los días están preñados
de cascabeles y azul.
Llenos de páginas de seda,
de pintalabios cóncavos,
de manos arrebujadas por el viento
y de verbos insumisos.
En cambio, las noches,
duermen un sueño quimérico
que habla la lengua antigua de los peces
y lloran en los peldaños
de tu pronombre.
Me encantó este poema Amelia, prefiero las noches con su antiguo lenguaje acuatico, que bien lo haces llegar.
ResponderEliminarun beso.
gino.
La antonomasia es una fuente de inspiración,
ResponderEliminarhermosos versos.
Besos.
Leerte siempre es un agrado.
ResponderEliminarImpresionan tus versos.. metáforas excelentes..
Un gusto visitarte.
Un abrazo
Saludos fraternos...
FELIZ DÍA DEL ESCRITOR...
Sutil, sugerente, bello... Sencillamente bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leo
Que sean los sueños
ResponderEliminarde la noche
los que llenen
de azul tu nombre.
Una belleza de versos.
Abrazos.
Preciosos versos querida Amelia.
ResponderEliminarSiempre tienen sorpresas mágicas guardadas en tu bolsillo.
Un abrazo con mucha admiración,
Ian.
a mi no m gusta q llores :(
ResponderEliminarHe tenido que ausentarme durante un tiempo por causas ajenas y ahora vuelvo un poco desentrenado. Lo que me llama la atención de este poema de dos estrofas es que es como una pequeña (por el número de estrofas) joya, que en realidad es grande puesto que tiene de todo: sonoridad, pictoricidad, metáforas, comparaciones, etc. y todo en tan sólo unos pocos versos.
ResponderEliminarY si me dejaba algo y sin querer adular ni mucho menos, es que puede tener y tiene más de una interpretación.
B77, un abrazo y espero volvernos a ver pronto.
Manel