Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

domingo, 27 de febrero de 2011

A MI HIJA (DE MI PADRE)

Suave, frágil y tierna
como un pajarillo alegre,
como una gacela buena,
como una flor que no muere.

Como el perfume que embriaga,
como la luz que se enciende,
así eres tú, mi chiquilla,
como un premio que se obtiene.

Porque, así, vida mía,
con tus bondades perennes
encuentro paz y alegría,
recibo lo que tú tienes:
un trozo grande de Dios,
un corazón lleno de bienes.

Gracias, mi amor, por ser
tan dulce como las mieles.
Gracias por ser mi hija.
Gracias por ser quien eres.


Juan Díaz González, 20 de marzo de 1972

12 comentarios:

  1. El cariño y la ternura de tu padre hacia ti está más que reflejado en este poema.

    Besos,mi querida Amelia

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  2. Dulce y entrañable... percibo tus sentimientos...

    Un abrazo Amelia

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  3. esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de este bello y entrañable poema y emocionar nuestros sentimientos. un besin muy grande.

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  4. Ternura, sensibilidad, sentimiento, gratitud. ¿Qué más se puede pedir?


    Un beso.

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  5. Ciertamente: un trozo grande de Dios. Y, por sus escritos, él también lo debía de ser.

    Besos

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  6. Cuando nos traes a tu padre con tus versos, una emoción me recorre todo y creo entender el porqué de ese orgullo con que nos los muestras.
    Un abrazo emocionado y fuerte para ti, Ame.
    Leo
    ;)

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  7. Es un poema hermoso, qué duda cabe; pero yo creo que la discípula supero al maestro! Un fuerte abrazo

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  8. Y tiene toda la razon, efectivamente, gracias por ser tú. Un abrazo.

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  9. Me gusta esa ternura que destilan los versos de tu padre, ésa que se quedó prendida en tus pupilas para simepre.
    Un abrazo, hermana.

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  10. Ese padre que hoy evocas
    con su poema, merece
    la hija que siempre fuiste
    y la madre que hoy eres.

    Nunca dudes, niña hermosa
    que tu padre en ti florece:
    te lo prueban las palabras
    y los verbos que en ti crecen.

    Si a jazmín hueles por dentro
    es perfume de tus mieles
    esas mieles que tu padre
    supo apreciar desde siempre.

    ¿Cómo no amarte, sorgina
    si amando haces fehaciente
    el cariño de tu padre
    de tus hijas y tu gente?

    Ese hombre al que honras
    con amor, constantemente,
    me pide que deposite
    un beso suyo en tu frente.

    Como no puedo en persona
    porque el mar es inclemente
    recibe con estos versos
    su encargo, que es mi presente.

    (Para ti, Ame, con todo mi cariño y con todo respeto hacia tu amado padre).

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  11. Qué bellísimo poema te dedicó en su día tu padre, Amelia, orgulloso, como buen padre, de ti, como buena hija. Estos recuerdos nunca se olvidan: las cartas, los poemas, esas cosas por las que merece la pena de que la vida sea vivida.

    Otro beso grande, mi niña.

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  12. Precioso poema, y como dice el refran de tal palo tal astilla, si tu padre escribe bien tu eres genial. besos María

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