Tanto la quería que tardé en aprender a olvidarla diecinueve días y quinientas noches. Joaquín Sabina |
Fue demasiado largo el viaje
de regreso a la Ítaca añorada.
Como Penélope tejí de día
los sueños y las esperanzas
de conseguir otra isla
alejada de su patria.
Mas las noches eran frías,
infinitas y sin alba
y destruían los hilos
y deshacían puntadas
hasta arrancar a pedazos
lo tejido en la mañana.
Desde lo alto del acantilado
cada noche observaba
el horizonte sombrío,
las olas del mar en calma,
con el camino que la luna
convertía en baldosas de plata.
Pero no encontraba Ulises
la ruta de retorno a casa.
Supe de sus luchas
con el cíclope que le habita
y de sirenas que cantaban,
que le distraían el rumbo
y mutaba cordura en locura
de otros mares de hojalata.
Y las lágrimas empañaron
el telar donde bordaba.
Y, ahora,
¿ahora qué pasa?
¿Qué le pasa a Penélope
cuando Ulises regresa
- ajado y vencido -
a Ítaca?
Tal vez salga de viaje
para saberlo con calma.
Espero volver pronto, amigos
La calma es una buena estrategia antes de tomar una decisión.
ResponderEliminarMe encanta esa canción de Sabina.
Besos.
Quizás, querida Ame,
ResponderEliminarni Penélope,
ni el mismo Ulises
sean importantes.
Sólo Ítaca,
de donde se parte
y se vuelve
a cada instante.
Un fuerte abrazo y feliz travesía.
Vim conhecer teu Blog, Amelia......... Que lindo !
ResponderEliminarBeijo
Jacque
Interesante propuesta esa de "saber por sí misma".
ResponderEliminarHoy ya no es como antes, ese viaje lo emprenden por igual hombres que mujeres.
Un abrazo.
Emprender un viaje a Ítaca, es aprendizaje, encuentros, gozos, aventuras…
ResponderEliminarTomate tu tiempo, pero regresa…
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos antes nunca vistos.
(Kaváfis)
Besossss Amelia
Vuelve pronto !!!! que leerte es más que un placer
ResponderEliminarBesazo!!!!
Que teja y desteja un tiempo más, Penélope. Que pida a Ulises que la ayude en su empeño de hacer y deshacer la urdimbre, a manera de prueba. Si él coopera, si se entrega con amor y devoción a la tarea que por tanto tiempo ha consumido los hilos de su paciencia y de su talento, entonces podrán juntos zarpar el calmo piélago rumbo a La Hélade, para elegir, construir y habitar nuevo recinto cerca de Ítaca, sobre nuevos y más sólidos cimientos. El palacio original quedará como muestra de un amor que mereció notabilidad por su ejemplaridad y entereza, en otro tiempo más inocente y galano. Por lecturas y experiencias relatadas y repetidas en otras tristes y hermosísimas epopeyas, que lleven los amantes mechones del vellocino de oro para con ellos proteger sus oídos del tentador y voluptuoso cantar de las sirenas, durante el trayecto. ¡Que viva eternamente el amor imperecedero entre Penélope y Ulises! Bellísimo poema, Amelia querida. Me hizo meterme en la oda, llegando incluso a querer consultar el Oráculo de Delfos. Un fuerte abrazo, paloma mía.
ResponderEliminarItaca es la semblanza de la vida .
ResponderEliminarCon sus furias y sus calmas ... los aprendizajes acopian sabiduría.
Ulises fue perseverante y a pesar de todos los obstáculos logró regresar ...
Penélope pone en evidencia su lealtad y su fortaleza : tejiendo de día , destejiendo de noche...aferrada a la esperanza.
A lo largo del camino , me parece , que abundan "Itacas"
Bello poema Amelia!!
Sabina un tierno total!
ResponderEliminarMe encanta la canción.
Pero ... me duele que haya tardado tan poco en olvidarla.
Creo que todos , antes o después, emprendemos nuestro viaje de regreso. Hay quienes lo hacen con la actitud de Ulises y quienes lo enfrentan como Penelope, pero cada viaje nos impone un regreso, o al menos lo esperamos, sin saber que nos depara el destino. La única cosa segura de cada viaje es que nos enriquece y hace que nos conozcamos mejor. Te lo dice un Ulises, que no ve la hora de regresar a Itaca después de tantos años entre mares de sirenas y algunas guerras de Troya.
ResponderEliminarBuen viaje y mejor regreso a tu mar eterno.
Besos.
Leo
Hermoso poema.
ResponderEliminarEmprende el viaje, saldrás más sabia.
Bs
Cuando la vida deja de ser un viaje creo que es cuando empezamos a ser un poquito mayores. Viajemos siempre.
ResponderEliminarPero vuelve pronto.
Abrazos.
Precioso.... esa imagen del mar impresiona... muy bella...
ResponderEliminarlEDESKA
Un momento para reflexionar, para descansar, para viajar...un momento para nosotros mismos...para reencontrarnos...besos Ame y te estaremos esperando
ResponderEliminarEncontrar por fin la calma ... no es tarea fácil. Que sea con éxito!
ResponderEliminarAbrazos.
Vengo a dejarte un abrazoooo, ya prontito nos vemos en un sitio de lujo, supongo que viste la entrada última.
ResponderEliminarUn abrazo desde Valladolid.
Rocío
Penélope tendría que haber salido antes y no quedarse esperando en casa. Encima tejiendo y destejiendo como quien hace un puzzle de piezas infinitas.
ResponderEliminartu poema una delicia.
saludos
Pues, aquí quedamos esperándote, a tí, y tú poesía.
ResponderEliminarUn beso.
Tu navío hallará su ensenada, cada día me sorprendes mucho mas. Felicidades.
ResponderEliminarUn beso
La distancia nos cambia, sea fícica o temporal, y si encima se unen ambas...
ResponderEliminarBesos.
Paso a saludarte...En medio de mi camino a Itaca donde te encuentro, y nos encontraremos pronto en Alcalá de Henares.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ulises, Penélope, Noray, Sneyder.C, Kavafis, tú, yo...juntos siempre en el camino...
Amelia, Pero que buen verso. Me encantaron Penélope y Ulises...
ResponderEliminarRegreso después de una ausencia larga pues debí de atender varias cosas y hacer cambios en mi vida.
Te leo y me reconforta leerte.
Un besote y Mil Gracias por estar.
No quiero ausentarme tanto tiempo.
Un beso para tí muy grande.
Me ha encantado la combinación de poesia, música y mitología. Muy bello el poema
ResponderEliminarBss
Mónica