Azul Mar Eterno

Asómate a mi mar.
Confunde su azul con el cielo.
Mar traquilo y sosegado.
Mar Eterno.

SE BAÑAN EN MI MAR

miércoles, 4 de enero de 2012

L E N T A M E N T E

Fotografía: Amelia Díaz




Yo me quejo

porque no me llamas,

porque no abarcas mi estrechez

y solo abunda en mi regazo

leche agria de ciruelas.



Y me llamas para llorar

por el saltamontes muerto del jardín,

para avivar la luz

de los plomos fundidos

en mi estela cotidiana.



Invades las células

de mi risa clarodeluna

y me fagocitas

mientras los teléfonos

siguen sonando.



Después,

vuelves al refugio primigenio

del interior de las caracolas

y yo, 

l     e     n     t     a     m     e     n     t     e,

retomo el pulso de la hierba,

pago las monedas de oro

y, ya en pie,

vomito los céntimos.





Gracias, Amando :)

3 comentarios:

  1. Esa leche de ciruelas, y la estrechez, y el regazo, y ese saltamontes, nena...
    Un beso Ame, hermoso poema.

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  2. Soledad; uno mismo es la paga y el vuelto... Qué sensación tan cercana a mi alma, estar con el teléfono en mano escuchando otras caídas y sintiéndome como un techo (las personas cuando sólo quieren hablar se dirigen a los techos) al cual sólo le echan palabras en el oído, quizás para descargar.

    Y en tal caso ¿Quién es uno para andar pidiendo que abarquen nuestra estrechez?,
    habrá que retomar el pulso de la hierba, lentamente.

    Sublime poesía Amelia, tus versos cada vez están más cerca de lo cotidiano (pero no copiado, sino delicadamente sublimado). Me encanta tu poesía, tiene un tono maternal, hasta en sus sitios crudos.

    Un enorme abrazo, gracias por compartir.

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  3. Hermoso poema, cuyas imágenes me envuelven y me melancolizan.
    La soledad qué difícil es de extirpar, sobre todo cuando tenemos que compartir el dolor de la leche de las ciruelas con la muerte de un saltamantes.

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