En ese tiempo estantío
de horas lentas, perezosas,
de hermosas tardes de estío
en estancias calurosas,
te siento llegar, amor mío,
a cubrirme con frutas jugosas,
con melocotones fríos,
con mil pétalos de rosas,
como gotas de rocío,
y a ti me arrimo, mimosa,
sintiendo un escalofrío
cuando tus manos fogosas
me recorren como un río
y tu boca amorosa
recita versos en mi oído.
Ejem… Esto de los melocotones fríos tendré que pensarlo, parece buena idea…:-)
ResponderEliminarBesos Rita.
JAJAJA...Este poema fue escrito después de una calurosa tarde de Agosto...¿Se nota?
ResponderEliminarBesos, querido Alain.
Espero que fueran melocotones de Calanda si no no sería lo mismo..si hasta me parece vislumbrar a Buñuel en éste poema....no sé por qué..será por los melocotones supongo....éste poema es maravilloso..es alivio para el espíritu leerte..porque te das cuenta de que aún la magia puede existir en algunos rincones...se llamen como se llamen..(sin calificar por ejemplo)
ResponderEliminarSi me pregunto el porqué de recomendar este poema tan erótico como los demás y no otro más rompedor y moderno. Ahí está: la edad je je o er ser fiel a no sé qué cánones. Pero no tiene porqué ser aburrido, es que lo tiene todo: una estroa, rima, ritmo y erotismo fino y delicado. Yo diría amoroso.
ResponderEliminarb77