Ovillejo: combinación métrica que consta de tres versos octosílabos, seguidos cada uno de ellos de un pie quebrado que con él forma consonancia, y de una redondilla cuyo último verso se compone de los tres pies quebrados. Como puede verse, se trata de una estrofa de 10 versos de arte menor, dividida en tres pareados y una redondilla. Los pareados se componen de octosílabos y trisílabos. Y luego se le añade la redondilla que es toda de ocho sílabas. En el décimo verso tienen que quedar condensados los tres versos del pie quebrado de los pareados. No tienen por qué tener los ovillejos interrogantes. Hay muchos que no los tienen. Aunque la mayoría se hace con interrogantes, tal vez por la facilidad de dar una respuesta.
¿Qué necesita ese niño?
Cariño.
Cariño.
¿Qué está pasando en la tierra?
La guerra.
¿Cambiaremos de universos?
En estos tiempos adversos
habrá que usar la palabra
transformando, abracadabra,
guerra con cariño y versos.
Genial Amelia, la utopía hecha poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amelinda, no soy adepto a los rigores de la métrica aplicada a mi obra poética. De hecho, me considero iconoclasta al respecto. No obstante, este poema tuyo es una joyita reluciente del género, con fluida y deliciosa musicalidad, coherencia de ideas y forma impecable, para quienes gustan de estos cánones métricos. Siempre descubro algo nuevo tuyo. Siempre me asombras. Siempre te admiro. Abrazos y besazazos.
ResponderEliminarQuerida Melia los "estrofados" de José nos inspiran y nos enseñan como en un juego para niños donde el reto es con uno mismo y el resultado es alentador.
ResponderEliminarEn tu caso te ha quedado precioso.
Te mando un fuerte abrazo.
Leo
Holaaaaa yo hice uno por probar porque tampoco me va lo medido y rimado, te ha quedado hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rocío
Tu ovillejo delicioso, tan ligero y musical que no deja notar la , a veces, rigidez de las normas que yo como Pedro, prefiero dejar de lado.Como dice Anabel , un canto a la utopía, siempre necesaria.
ResponderEliminarYa lo había leído en el blog de Zúñiga, el incansable impulsor de estos ejercicios de clasicismo...
Felicidades y muxus.
Lástima que los versos no hagan conversos.
ResponderEliminarUn beso.
Para no perder la costumbre y darte más besitos, regreso:
ResponderEliminarDivina y fina
camina mi sorgina.
Jajajajaja
Cariñitos por todas partes, Amelinda Sorgina.
Aplausos para el tuyo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Estoy por primera vez en tu blog y me ha encantado, así que me he hecho parte de los seguidores para seguir tu poesía. Además que me han gustado mucho los Ovillejos, que al leerlos suenan alegres, pero tambien das cuenta de un tema que es inmensamente serio.
ResponderEliminarDejo un abrazo desde Chile, Anouna
Sorgina, Anouna es una poetisa magnífica. La conozco desde hace un tiempo a través de nuestra mutua amiga Milagros Morales. Anouna acaba de ganar el primer premio en un concurso poético. Date una vuelta por su página cuando tengas ocasión. No puedo desprenderme de ti, ¿ves? jejeje.
ResponderEliminarTe ha salido precioso. Mucho me temo que la guerra sea una presencia más allá del hoy…
ResponderEliminarBesos
Que interesante este juego con las palabras y sabor a poesía... abrazos
ResponderEliminar!Y yo que pensaba que ovillejo era un ovillo viejo!
ResponderEliminarTe ha quedado muy bien Amelia, me ha recordado a la gran Gloria Fuertes.
Yo como dice Pedro Baez, tampoco soy aficionado a los corsés métricos, se me atragantan, prefiero la poesía intuitiva... que le vamos a hacer!
besicos
¡ Genial, Amelia!
ResponderEliminarSiempre es un reto ponerle vestidos estrechos a las palabras grandes y tú lo has conseguido.
Un besote.
No conocía esta combinación y estoy convencido que tienes la suficiente soltura para acometer esa forma y otras. Lo importante, no ponerse barreras uno mismo y tener curiosidad probar nuevos estilos.
ResponderEliminarbesos