La hallé desierta,
casi sin mar,
casi sin arena para construir
sus castillos de ilusiones.
Sus ojos miraban apagados
y perdían arroyos hasta su boca.
Su mano se resistía a dejar mi mano
y era yo, verdugo implacable,
la que debía soltar amarras.
Hubo promesas
y ritos de reencuentros.
Quise dibujar un sol sin eclipse
para sus mañanas
y lunas llenas
para sus penumbras.
Llené frascos con agua de mar
para crear una isla que la cobijase:
no necesité ir muy lejos
para encontrar la sal.
Ella es sabia y sabrá
reconstruir palacios
y pintar de azules los cielos
cada amanecer.
Porque es savia que nutre
las raíces de su tierra madre
y las flores que brotan
a su alrededor.
Pero tiene quince años
y aún no entiende
que ella es luz que desgarra
las tinieblas y la tierra
con la que la quieren cubrir.
Que tu hija la lea sentada.
ResponderEliminar¡ Vaya preciosidad!
Un besazo a las dos.
Palabras que no están escritas para otros... Destino que no es el nuestro... aunque a muchos nos hubiese gustado que partiesen, también entonces, de un corazón semejante...
ResponderEliminarBello escrito para tu hija ¿verdad?...Son seres tan bellos, tan puros, que no saben que iluminan la tierra con el hecho de abrir los ojos...
ResponderEliminarUn beso.
A ti no te digo nada, solo paso pa dar cuatro petounets a Cris :- )
ResponderEliminarBesossssssssssssssssss
Pd Precioso :-)
¡Hermoso escrito!yo ya estoy en otra etapa tengo nieta un poquito mas que de esa edad,Preciosa niña !!!besos.
ResponderEliminarTantas cosas queremos para ellas, y sin embargo en su infinita y natural sabiduría, no deja de enseñarme que si te quieren cubrir de tierra, pues que me embarren con estilo... ;))
ResponderEliminarbesotes A.
Solo 15 años, pero sus ojos miran más allá del espejo donde se mira; y cubre la tierra que está detrá de él Sus ojos son la luz de aquel universo que ella a creado a su imagen y figura. Ese es un momento en que se tiene todo, y en el que todo se juega a una sola carta, la que ven sus ojos. Unas veces es verdad, otras, muchas, solo son espejismos creados por la luz de sus ojos.
ResponderEliminarAmiga, un abrazo enorme y que Dios la bendiga.
Un abrazo con un poco de sol de mi Isla Tenerife con la bondad de mi pueblo, Güimar.
Jecego.
Simplemente hermoso tu canto¡
ResponderEliminarenhorabuena por tan bella hija..
abrazos
Blue
Preciosas, bellas y duras palabras, para un alma pura que asoma, a conocer la vida, con el apoyo de l@s que la quieren y su innata sabiduría, fundirá la arena con la que la quieren cubrir transformándola en vidrio transparente, nítido, e impoluto. Besoss Cris
ResponderEliminarNG
Me gusta mucho tu poema, Ame... porque es preciosísimo, como tu amor por ella.
ResponderEliminarY entré a visitarla en el enlace y me ha gustado un montón leerla, creo que además de una chica llena de luz, estamos ante una promesa de escritora.
Besosss a las dos
Lo que dices es bello. Cómo lo dices, más.
ResponderEliminarMuy guapa, de ojos morenos, tan guapa como la poesia la puso mas luz de la que tiene.
ResponderEliminarUn Beso
Hola Amelia, un gusto sumergirme en este océano... ay sí!, esos quince años repletos de belleza cuando la vida se siente como una plétora dadivosa y desconocida... más, en lo personal no regresaría allí; amo mis años, lo aprendido y vivenciado, precisamente porque va uno encontrando aquella luz. ¡Que ganas de poder transmitir lo que la vida nos enseña a nuestras hijas e hijos, sin embargo, sabemos, que sólo la propia experiencia es la más certera maestra!
ResponderEliminarTe dejo un saludo fraterno desde el confín austral.
me ha encantado ...
ResponderEliminarpor cierto la foto tiene una magia muy especial en la mirada..... me permitirías dibujarla??
Un abrazo gordo
¡Cuanta ternura!
ResponderEliminarUn abrazo, vecina.
¡Cómo os parecéis!
ResponderEliminarEl poema es una preciosidad, seguro que sabe valorarlo.
Abrazos.
Una preciosidad de poema para una hija, Felicidades por partida doble
ResponderEliminarUn beso
¡¡Precioso!!
ResponderEliminarQue esos ojos se inunden con tu palabra y tu ternura.
Besos.
Saludo, amiga Amelia:
ResponderEliminarMuy precioso es este consejo envuelto en velos poéticos, amiga; si ella es sabia, como dices, pues sabrá reconocer, y muy pronto, que su madre sólo puede querer el bien para ella. Que Dios las bendiga, besos y abrazos para ambas, son muy hermosas. Hasta pronto amiga Amelia.
Luz de la luz. El más perfecto de todos los axiomas. Si viene de ti, tiene que ser buena, tiene que ser luminosa, tiene que ser dura, tiene que ser tierna, tiene que ser rebelde.. Si es como tú, tiene que ser diferente, encontrar su propio camino, hablar y cantar con su propia voz. Si es como tú, será luz que remontará en vuelo, paloma de fuego contra el horizonte...
ResponderEliminarFelicidades a tú preciosa Cristina, y felicidades a tí, autora de tan bello poema.
ResponderEliminarUn beso.
Bello poema de una madre para su preciosa hija. Seguro que lo leerá emocionada y podras ver en su ojos todo lo que su joven corazón atesora y toda la luz que brilla en sus ojos.
ResponderEliminar¡Sé que harás lo imposible para que nunca nada pueda hacer que se apague esa hermosa luz!
En un mañana cercano ella entenderá que si es capaz de pintar de azul los cielos...es en parte porque ha tenido una buena maestra pintora.