Ella mira tras la ventana.
Las palomas como gárgolas
lloran en el tejado.
Toda la tristeza que la viste
lleva olor de valeriana.
Mi madre,
que bailó con las orquídeas
en pérgolas de primavera
y diseñó olas amarillas
para sus pies descalzos.
Mi madre,
que desalojó los fantasmas
de todos mis armarios
para llenar los estantes
con fruta madura.
Mi madre,
solo sabe -ahora- contar
del diez al cero las nubes
y fundirse lentamente
como granizo en agosto.
Ella mira tras la ventana.
Al este,
nace la luz.
Sin palabras, eres única Amelia,
ResponderEliminarUn beso
Gino
Precioso homenaje, Amelia.'Cada palabra la has escogido con cuidado y mucho cariño creando una obra de arte.
ResponderEliminarAbrazos desde Copenhague llovida,
Ian.
Y eso temo yo, el momento en que mi madre deje de ser mi madre. Aunque habrá que engañar al destino, pensando que su cerebro sigue siendo el mismo, pero que se ha transformado para no sufrir tanto.
ResponderEliminarMuy grande tu poema, como siempre.
Un abrazo, preciosa.
Tu poema de hoy me llega muy adentro. Comparto contigo esos sentimientos. Hay en él una tristeza sabia y mucha, mucha ternura. Y esa manera tan tuya de decir.
ResponderEliminarTodos miramos tras la ventana. Esperamos algo.
besos
eloy
Hermoso homenaje a la madre Amelia, madre solo hay una.
ResponderEliminarsiempre es un grato placer pasar por tu casa.
que tengas una bonita semana.
un abrazo.
yo todavía tengo recuerdos de cuando era sonrisa y azucar en la coca :)
ResponderEliminaryo admiro a mi madre. Saludos.
ResponderEliminarQué hermoso, Amelia. Encantador y tierno. Delicado como una caricia.
ResponderEliminarMuchos besos
Querida Amelia no he podido
ResponderEliminarevitar emocionarme
con tus versos, tan llenos
de ternura y que tanto
me recuerdan a mi padre.
Un abrazo
Me emocioné leyendo tus versos, Amelia. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarLeo
¡Qué preciosidad!
ResponderEliminarUn beso.
Yo también me emocioné, Amelia.
ResponderEliminarEs un poema precioso, lleno de sensibilidad.
Un beso para tu madre y otro para ti, trilli.
Te quiero.
Las madres son... lo que la simple palabra no puede contener, y a veces no llega ni a esbozar... las madres...
ResponderEliminarEso que gana con el tiempo... el de ambos, el suyo y el nuestro... las madres...
Qué diferentes lecturas hacemos de ellas según el momento que las vivimos... las madres...
Ellas... que serán nosotros mismos en una reencarnación posterior... Maestras y alumnas, alumnos y maestros... la interminable noria de la vida, girando y girando sobre sí misma... a veces sacando algo, otras el simple sonido de los canguilones vacíos... pasando...
Las madres Ame, la tuya y la mía, la de tantos... siempre la misma...
Un abrazo.
¿Cómo expresar expresar el amor a un ángel,
ResponderEliminarque con su vida te dio la vida,
que con la fuerza de su amor,
te supo cuidar, comprender y mimar?
Este verso que lo escribí cuando era muy joven iba dirigido a mi madre.
La emoción que sentí al leer tus versos sólo se compara con la inmensidad del amor de un hijo hacia su madre.
Y no importa si ella si huele a Valeriana o a flores de la primavera del ayer. Lo importante es tenerla, sentir que, más allá de todo, sigue siendo un volcán en erupción para nuestras almas.
He aprendido a quererte rápidamente Amelia. Será porque tus versos me hablan muy bien de tí.