Membrillero - Antonio López |
Nos cuenta la piel
que se arrugó en el último otoño
- cortaba en dos
un membrillo. Su olor
dulce
aún humeaba
en las axilas-
Al alba,
en la hora imprecisa de los sueños,
la imagen en el espejo
rasgaba la noche
devolviendo el destello
de los senos del primer cuadrante
de un cuerpo
sin estrenar.
Hermoso poema Amelia, me gusta, no así el membrillo tan poco conocido en mi infancia.
ResponderEliminar¿Renovada?
Un beso.
Gino.
Bellas palabras Ame, precioso poema... Gusta encontrarlas así en este espacio... realmente me gusta amiga mía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me haces volar.
ResponderEliminarQue poemas tan buenos escribes.
Tienen alas.
Besos.
Me ha intrigado eso de:
ResponderEliminar"Su olor
dulce
aún humeaba
en las axilas"
¿Usaba el membrillo como desodorante?
Hoy está una graciosilla, ya vés...y las dudas no pueden quedar sin resolver.
Como siempre en cada una de tus palabras, en cada uno de tus poemas..formidable Ame!!
Besotes.