Parte del grupo Poetas sin sofá, en la Feria del Libro de Castellón, acompañando al poeta Marcelo Díaz en la firma de ejemplares de Mapa de Costas
Luis, José Manuel, Amelia, Marcelo, Eloy, Mariajosé, Sole y Tomi |
Algún poema de este magnífico poemario (gracias por el trabajo, Eloy):
1
Los años se abrieron hasta un silencio.
Luego, entreabiertos,
escribieron una palabra completa
para nombrar la vida.
La videncia alcanzable de los límites del agua,
el abrazo lineal de la costa
con el flanco visible de las olas tenaces.
Ese beso en confines e ignorados tamaños,
horizontal y leve, se mostró inevitable
y empezó a doler como una belleza que se pierde.
El techo de estrellas
lúbrico y posible todos los días,
redujo su lienzo en mi ventana
y penínsulas perdidas con hiedras de memoria,
que se amputaban con los días,
eran besos virtuales navegantes
donando en silencio
algo más de mí a la nada.
Luego deviene la gratitud conforme,
el minúsculo peso de la savia,
desempañar los vidrios para ver al Hombre,
ensayar aprendiz todas las notas,
sumarse perenne a la orilla que no tiene malditos.
19
Que me mires con los modos de la lluvia,
ese instante de rama que intenta volar
en su quietud de andamio;
que me digas con otras palabras no inventadas
algo inútil para no andar nocturno
y abierto en los ojos espectantes de las albas,
sería la conjunción que espero,
un yugo dulce como ala sobre el hombro.
Y quebrarías esta culminación torcida
que sucede deviniendo en ser y conocerme.
39
En el principio de los días,
el hombre creó a los dioses plurales,
los nombró con sus miedos,
y sublimó sus hoscas cobardías.
Precoces y ávidos guisanderos freudianos
cocinaban una mitología asequible
hasta que a dios lo hicieron uno
el hombre creó a los dioses plurales,
los nombró con sus miedos,
y sublimó sus hoscas cobardías.
Precoces y ávidos guisanderos freudianos
cocinaban una mitología asequible
hasta que a dios lo hicieron uno
una barba soberbia y sin piedad.
Esa conciencia devenida
en caligrafía hermosa de Evangelio,
que posaron después ya cerrado
en estantes sin acceso.
El polvo alumbró una teología enferma
inconexa con el Hombre semejante.
Ceremonia y oro conduciendo a la miseria
para ese pastoreo a los sumisos.
Una secta de célibes pronuncia La Escritura
con el dedo alzado de infundir miedo,
vaciando el hueco religioso sin respeto.
Ante el colapso de los dóciles creyentes,
los pregoneros escapan hurtando la vida.
Fuera del círculo del báculo y la tiara
los buenos brillan en sus ojos,
sus manos dan pan sin comprar cielo,
sienten en su pecho aquel libro guardado
y en silencio pronuncian con su mano lo escrito.
en caligrafía hermosa de Evangelio,
que posaron después ya cerrado
en estantes sin acceso.
El polvo alumbró una teología enferma
inconexa con el Hombre semejante.
Ceremonia y oro conduciendo a la miseria
para ese pastoreo a los sumisos.
Una secta de célibes pronuncia La Escritura
con el dedo alzado de infundir miedo,
vaciando el hueco religioso sin respeto.
Ante el colapso de los dóciles creyentes,
los pregoneros escapan hurtando la vida.
Fuera del círculo del báculo y la tiara
los buenos brillan en sus ojos,
sus manos dan pan sin comprar cielo,
sienten en su pecho aquel libro guardado
y en silencio pronuncian con su mano lo escrito.
¡Qué hermoso es ver a tanto poeta y poetisa reunidos!
ResponderEliminarBellísima imagen.
Los poema excelentes
Un fuerte beso,querida Amelia
Es un lujo, y un placer, formar parte de este grupo de poetas inquietos y con tantas ganas por difundir la poesía en este mundo tan poco poético. Sóis un encanto de gente.
ResponderEliminarGracias a tí, Amelia
Celebro estos poemas tan hermosos
ResponderEliminares un placer saberte siempre
respirando poesía.
Un abrazo grande
Que bueno que se pueda transmitir tanto sentimiento por medio de la palabra escrita. Felicitaciones a todos por tan bellos poemas.
ResponderEliminarUn gran abrazo!!
Entre tu y Eloy me habéis convencido a procurarlo via internet, los poemas que habéis puesto me gustan mucho.
ResponderEliminarUn abrazo para ti, Ame.
Leo
A raíz del comentario de Leo, voy a dejar aquí el enlace de la librería que puede suministrar el libro por Internet, pero, como está editado por Huerga y Fierro, de ámbito nacional, se puede adquirir en cualquier librería de España sin ningún problema.
ResponderEliminarEl contacto es argot@argot.es con Juan Vicente Centelles. Pero Eloy o yo también podemos informaros encantados.
Hola de nuevo
ResponderEliminarCelebro que vuelva a estar abierto. Tras el paréntesis espero poder volver a disfrutar de este mar.
besos
Manel