Vuelve la lágrima desde el libro
hasta el nacimiento quebrado
tras la valla de cristal.
tras la valla de cristal.
Una ventana espera.
Es azul el camino,
dédalo a tu mirada.
Y mis piernas abiertas
en la deseada simetría de tus pestañas.
Poseída en la noche recreo
al dictado de lluvia que cae
desde tu cielo a mi mar.
No quiero escribirte y, sin embargo,
estás
en cada uno de mis versos.
en cada uno de mis versos.
Se cuela el viento que gime
con los sonidos antiguos
de todas las voces que susurraron amor.
Solo el tacto de madera
del cabezal de mi cama
se compara a tu piel.
La noche trae en el silencio
la tierra palpitante
y el pulso de las estrellas
que delatan - traidoras -
que escribo para ti.
No voy a pronunciar hoy
las palabras prohibidas.
(poema de noviembre de 2010, rescatado y corregido)
(poema de noviembre de 2010, rescatado y corregido)
Es precioso Ame, muy Tú… Besos.
ResponderEliminarLo recordaba, pues en su momento me había gustado y ahora me sigue gustando. Gracias por haberlo puesto nuevamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leo
eso t iba a decir... q ese ya m lo conocia jaja :)
ResponderEliminarHola vecina de arriba, por cuestiones personales estoy menos participativo que nunca. Volviendo al post. Veo en ti un reducto de emociones que salen en libertad cada vez que te expresas con esa fuerza y pasión inusuales propias de un alma inquieta que no nos deja indiferentes.
ResponderEliminarUn beso.
ahhhhh¡¡¡¡ Tu selección de escenas: magistral.
ResponderEliminarBesos.
Esos sonidos antiguos
ResponderEliminarque suenan a viento y a mar
resuenan en el silencio
del recuerdo.
Bello, armónico
y sensual.
Un abrazo, un beso.
Es tan difícil echar de menos... y es tan difícil escribirlo así... con esos versos fuertes y delicados...
ResponderEliminarUn abrazo Amelia
Esa fina sensualidad con tu imaginación hacen un poema hermoso. Ya parece que me funciona el blog.
ResponderEliminarUn besote.
Rocío